Mick Jagger en Altamont Speedaway.
Por DAno
Martin Scorsese, Jean Luc-Godard, Hal Ashby, Peter Whitehead, David Chase y Nicolas Roeg son algunos de los que se atrevieron a llevar a la pantalla a la banda de rock n roll más grande de todos los tiempos, sus satánicas majestades The Rolling Stones. Este texto dará un pequeño repaso principalmente a la música que no ha parado de vibrar al mundo y a su vez al asesinato que lo dejó completamente aturdido, quién mejor que contar esta historia que al que Godard llamaba el “mejor hombre cámara del mundo” Albert Maysles.
Los hermanos Maysles fueron una pareja de hermanos que siempre dedicaron su vida al cine, dejando una filmografía impecable especialmente en el género documental. El trabajo de ambos en el mundo cinematográfico comienza a finales de los años 50 e inicios de los 60. Orson Welles In Spain, What’s Happening! The Beatles in America y ese documental dedicado a Marlon Brando fueron la carta de presentación de los de Boston.
Llegó el año de 1969 y los ingleses dieron inicio a su famoso American Tour, acto seguido, los hermanos Maysles de la mano con Charlotte Zwerin apuntaron a documentar todo lo ocurrido de esa gira, incluyendo el trágico y malogrado show en Altamont Speedway. La idea de realizar un concierto gratuito y con una audiencia más grande era lo que mencionó Mick Jagger en aquella rueda de prensa, “Esto servirá de ejemplo en América y vamos a demostrar que la gente sí se sabe comportar”.
Otro factor que tenía inquieto a los malos de Inglaterra era darle broche de oro a una de las giras más grandes en la historia del rock n roll y quizá la más importante para ellos, todo estaba contemplado que diera fin el mes de noviembre, justo antes de la salida de su magnífico Let It Bleed.
La ubicación del evento cambió varias veces por obvias razones, a las autoridades les inquietaba demasiado realizar un concierto gratuito de esas dimensiones y anunciado con tan poco tiempo de anticipación. Como complemento al magno evento programado se unieron grandes nombres a la fiesta como Santana, Jefferson Airplane, los Flying Burrito Brothers y el supergrupo Crosby Stills, Nash & Young. Unos meses antes se había definido la generación del amor en el festival de Woodstock; ésta ahora se encontraba aplastada en una pista solo a unas millas de San Francisco.
Uno de los logros más grandes en este trabajo por parte de los documentalistas fue retratar incómodo y enojado a este personaje que siempre ha estado tan acostumbrado a actuar ante cámaras, Mick luce tan afectado al ver la cinta de lo ocurrido en Altamont una y otra vez, que el trabajo de los hermanos Maysles nos da ese ambiente cinematográfico que inventó Rouch con su cinéma vérité o el apenas fallecido D.A. Pennebaker.
Nadie esperaba que las cosas ocurrieran de esa manera, un total caos al llegar al lugar, Los Angeles del Infierno habían sido contratados para actuar de seguridad, por más que Mick intentó frenar la situación durante el show las cosas parecían empeorar cada vez más, todo esto hasta dar con lo que parece la escena central del documental, la trágica muerte de Meredith Hunter. Algo que los hermanos siempre hicieron bien era escoger el material que querían documentar para así poder realizar un trabajo en tono crítico, justo como ocurre en Gimme Shelter y en Grey Gardens por ejemplo, siempre abandonaron lo más noticioso para ir en busca de los personajes más interesantes.
Todo esto y mucho más se vive en lo que varios reconocemos como el documental de rock n roll más grande que se haya hecho, para los que aún no lo han visto Píntalo de Negro recomienda ver la ambiciosa edición que sacó Criterion Collection con todo el material extra que incluye, un audiocomentario de los hermanos Maysles, Charlotte Zwerin y Stanley Goldstein, actuaciones de los Stones en Madison Square Garden y la filmografía de estos maravillosos hermanos. PÍNTALODENEGRO