Ultimatum. Foto del archivo de Talo Chárraga.
Una de las piezas principales del heavy metal mexicano está de vuelta. Ultimatum es una leyenda. Triunfar tocando heavy metal en español y con una vocalista mujer era impensable, pero ellos lo lograron. Son pioneros del género en nuestro país y en 2020 demuestran que no fue coincidencia ni estar en el momento indicado. Las guitarras siguen sonando y la voz de Marcela, su cantante original, abriendo bocas. Ganaron el concurso Valores Juveniles, integraron el Escuadrón Metálico con Luzbel, Ramsés, Super Alfa y Apocalipsis, tocaron con Cheap Trick en aquel legendario concierto en el Teatro Angela Peralta, y para no quedarnos en esos días, tienen planes de presentar su nuevo disco, V3, en diciembre. Talo Chárraga, bajo de la banda, dio respuesta a todas nuestras preguntas hace unos días. Esto fue, es y será Ultimatum.
-¿Cómo era tener una banda de heavy metal en español en el México de 1985?
Era sumamente difícil, no se tenía acceso a tanta información como en la actualidad, el rock estaba muy satanizado por la sociedad, no se conseguía buen equipo por ser bastante caro, había pocas tiendas musicales, la mayoría de los discos de heavy eran importados, muchas veces se obtenían de copias de casetes de mano en mano. Existían muy pocos lugares para poder tocar y no contaban con las condiciones adecuadas y ni hablar de la cuestión económica, se pagaba muy poco. Por otro lado, gran parte de las bandas en ese entonces, aunque fuera música original, cantaban en inglés, se tenía la idea de que el rock se tenía que interpretar en este idioma, por ser una música nativa de los países de habla inglesa. Ultimatum rompió con esos paradigmas al interpretar desde sus inicios puras canciones originales en español y cantadas por una voz femenina, lo que tampoco era muy común.
-¿Qué bandas de Metal tenían tu atención en ese año?
Iron Maiden, Scorpions, Judas Priest, Metallica, Saxon, Queensrÿche, Accept, UFO, Van Halen, Ozzy Osbourne, bandas por el estilo.
Mexicanas: Luzbel, Ramsés, en realidad había muy pocas bandas mexicanas de heavy, surgían algunas nuevas como Gehena, Next, Makina, Transmetal.
-¿Una banda de heavy metal en Valores Juveniles? ¿Cómo ocurrió eso?
Realmente nunca pensamos inscribirnos, la iniciativa fue de Marcela González, la cantante, ella ya había participado en algunos concursos de este tipo e inclusive había firmado con la disquera CBS, ella prácticamente nos convenció de entrar, porque nosotros desconfiábamos mucho de televisa. Por lo que yo entiendo el concurso de Valores Juveniles había perdido credibilidad, por lo tanto había bajado el rating, el jurado siempre estaba compuesto por directivos de compañías disqueras que generalmente votaban por artistas Pop. En 1986, con el afán de ganar audiencia, se hizo un concurso diferente en donde se abría la convocatoria a otros géneros musicales que no sólo fueran pop, como el caso del rock, con un jurado integrado por representantes de varias universidades, incluyendo la UNAM, la idea era volver a retomar, un programa televisivo que estuviera en los primeros lugares de aceptación del público, es por ello que se dieron las condiciones para que fuéramos los ganadores de ese año, saliendo en los programas de televisión a nivel mundial, cuando el rock estaba vetado en este medio.
-¿Afectó ganar Valores Juveniles los planes originales de un grupo de Metal?
Si afecto pero de manera positiva, en primer lugar obtuvimos la oportunidad, como parte del premio, de grabar con una compañía disquera importante transnacional como era CBS, además empezamos a salir en televisión en donde no era nada común que una banda de heavy estuviera, eso nos dio a conocer no sólo a nivel nacional sino a nivel internacional. Los programas de televisa en la década de los 80 prácticamente se veían en todo el mundo vía satélite, esto nos permitió llegar a lugares donde jamás pensábamos que íbamos a ser conocidos.
-Platícanos sobre el Escuadrón Metálico, ¿qué bandas lo integraron y qué alcance tuvo?
Nosotros pertenecimos a la primera etapa del Escuadrón Metálico integrado por Luzbel, Ramsés, Super Alfa, Apocalipsis y Ultimatum, la idea era hacer una agrupación en donde las bandas de metal nos apoyáramos para tener más presentaciones y mejores condiciones para los eventos. En 1985 el Escuadrón Metálico realizó exitosamente en el Ágora la primera muestra de heavy metal mexicano, dando a conocer a las bandas que estábamos en ese género. La agrupación posteriormente culminó sus planes en diversas presentaciones y un propio sello discográfico que sería Avanzada Metálica, en donde estuvieron bandas como Abaddon y Gehena, en ese entonces nosotros ya no estábamos, sólo fuimos parte de la primera etapa.
-¿Por qué no estuvieron en el catálogo de Avanzada Metálica?
Precisamente porque en esos años ya no estábamos en el Escuadrón Metálico, aunque siempre nos mantuvimos en contacto, nosotros ya estábamos con el sello CBS y no podíamos grabar con otra compañía, lo mismo sucedió con Luzbel.
-¿Cuál fue la experiencia de haber grabado en Okeh?
En realidad grabamos para CBS, Okeh era una subdivisión de la disquera CBS, el contrato y la distribución fue a través de CBS por medio de esta subdivisión. De hecho el casete y toda la promoción salieron a nombre de CBS. Fuimos de las primeras bandas de heavy mexicanas en grabar para una compañía transnacional a nivel profesional, las limitantes eran que en ese entonces los productores no tenían ninguna experiencia en grabar bandas de rock, mucho menos a un grupo de heavy. Con todo esto creo que el resultado fue bastante bueno con la aparición del disco Ultimatum de 1987.
-Marcela González, Cathy Miguel y Brenda Marín han dado voz a Ultimatum, ¿qué tan reconocido ha sido el grupo por la intervención de la mujer en el rock?
En ese aspecto sí fuimos pioneros, no solamente a nivel nacional sino a nivel latinoamericano y tal vez mundial, en incluir una voz femenina en una agrupación de heavy metal cantando en español, además de otras características como las dobles guitarras y el doble bombo. Finalmente se queda como antecedente histórico ser de las primeras bandas de heavy en donde intervino la mujer en el rock. En el 2019 obtuvimos dos reconocimientos por parte de la Fonoteca Nacional, el primero al integrarnos a su catálogo por haber realizado en el país una de las primeras grabaciones discográficas de Heavy Metal en español. El segundo reconocimiento fue para Marcela, nuestra cantante, por ser de las mujeres pioneras en el Heavy Metal mexicano.
-¿Qué anécdotas recuerdas de su presentación al lado de Cheap Trick?
El evento también resultó un parteaguas para el rock nacional puesto que en ese entonces no había los conciertos masivos, ni las presentaciones de grupos extranjeros como ahora; las visitas de bandas internacionales habían sido esporádicas: Queen, Santana, Chicago, no era común, las autoridades le tenían mucho miedo. El haber tocado al lado de Cheap Trick en 1989, fue el inicio de los grandes eventos masivos de grupos internacionales que ahora son comunes; de los recuerdos es la excelente reacción de la gente para Ultimatum y lo buena onda que se portaron los integrantes de Cheap Trick al darnos un tratamiento de igual a igual.
-¿Por qué se detiene la actividad de Ultimatum?
Ultimatum en realidad, en esta primera etapa, tuvo poca duración, de 1985 a 1989, pero fueron años de intensa actividad, la grabación de dos discos, muchas presentaciones en toda la República y presencia en los medios de comunicación de ese entonces, fueron cuatro años muy acelerados y también de cambios de integrantes, el primer disco lo grabó Marcela González, el segundo lo grabó Cathy Miguel, lo que sucedió es que los integrantes de la banda nos agotamos y decidimos hacer un receso, ¡un receso que duró 26 años!
-¿Cómo deciden reintegrarse? ¿Habían seguido en contacto?
A raíz de la internet y el siglo XXI empiezo a encontrar páginas y algunos videos subidos por la gente; se mencionaba a Ultimatum como una banda importante de Rock en nuestro país. Me empiezan a contactar, a través de las redes sociales, señalando lo mucho que recordaban a la banda y, aunque suene exagerado, lo mucho que había influido en su vida. Las páginas que nos mencionaban no solamente eran nacionales, también internacionales, se señalaba a Ultimatum como una de las bandas pioneras del heavy metal en español. Jesús Jimenéz de Sade Records me contacta y me propone reeditar el primer disco en CD, puesto que solamente había salido en acetato en 1987, llegamos a un acuerdo y se reedita el disco, paralelamente me propone hacer una presentación con los integrantes originales para el 2016, lo que era sumamente difícil puesto que no habíamos estado en contacto, finalmente nos reunimos tres integrantes originales: Marcela González (voz), Rafael Covarrubias (guitarra) y yo Talo Chárraga (bajo); más dos integrantes nuevos: Pixie Wulf (guitarra) y Memo Ascencio ex La Lupita (batería); el evento se llamó Guerreros del Metal y se llevó con gran éxito en diciembre del 2016, como ya estábamos ensayados y con la adrenalina arriba decidimos continuar y grabar un tercer disco el cual salió en mayo de 2020 con el nombre de V3 para la compañía Sade Records.
-El grupo termina luego de publicarse No te detengas, ¿dejaron material sin editar o allí se terminaron las rolas?
Sí, dejamos material sin editar y algunas ideas que se retomaron para este tercer disco, como es el caso específico de ‘El Manto de la cobra’, esta canción ya se venía trabajando desde aquellos años.
¿Qué sentiste al volver a tocar con Ultimatum en 2016?
La verdad fue una emoción muy grande, de hecho cuando nos reunimos en los primeros ensayos, inmediatamente se dio la química. Me volvió a impresionar la voz de Marcela y el virtuosismo de Rafael en la guitarra, era como si nunca hubiéramos dejado de tocar juntos. En la presentación de Guerreros del Metal la respuesta de la gente fue maravillosa, el escuchar como coreaban las rolas compuestas hace 30 años, te ponía la piel de gallina, te hacia un nudo en la garganta, se sentía la comunicación en pleno, como si todos estos años hubiéramos estado presentes en el ámbito musical. Tal vez Ultimatum no tenga muchos seguidores, pero los que tiene son de todo corazón. Algo que también me conmovió fue ver a adolescentes cantando nuestras canciones, diciéndonos que conocían a la banda por sus hermanos mayores o por sus padres. Son experiencias que te marcan para toda la vida.
-¿Qué ha ocurrido con Cathy Miguel y los demás integrantes que fueron parte de Ultimatum?
Cathy Miguel vive en Nueva york y hasta donde yo sé se dedica a su familia, pero la verdad no he tenido mucho contacto con ella, así que tal vez tenga algún proyecto musical. Fernando Meave, guitarrista del primer disco, sigue dentro de la escena junto con su esposa Adriana Ortega; Héctor Navarrete, para mí uno de los mejores bateristas de México, se ha retirado del medio y se dedica a dar clases particulares; Lalo Jimenéz, guitarrista del segundo disco, formó una banda en los 90 llamada Branda que tuvo mucho éxito, actualmente se dedica a la publicidad y producción en los medios de comunicación. Israel Olin (baterista del No te detengas) se dedica a la música tocando con diversas bandas. Salvador Xava Drago, quien estuvo con nosotros un breve tiempo, pero muy productivo, se integró a Megatón grabando un álbum y posteriormente formó Coda. Brenda Marín sigue presente en la escena metalera y acaba de editar un disco de manera independiente, en donde se incluye el tema “Qué vas hacer” que grabó con Ultimatum
-¿Por qué los dos discos en vinil de Ultimatum se han cotizado con el paso del tiempo?
Me imagino porque son raros y escasos, además desde el punto de vista histórico corresponden a las primeras grabaciones de heavy metal en México. También son cotizados debido a las características de la banda: una voz femenina, cantando metal en español. Me han dicho que en Europa son buscados por los especialistas, yo creo que se les hace sumamente extraño enterarse que una banda mexicana hacía ese tipo de armonías en aquellos años; también quiero pensar que finalmente contienen buena música.
-Han pasado 31 años de su última grabación, cuéntanos ¿cómo perciben la industria musical estos días?
En el aspecto de producción se ha mejorado notablemente, en los 80 casi no había experiencia en grabar a una banda de rock, las grabaciones profesionales eran de música pop o géneros como la cumbia; a lo largo de estos treinta y un años han surgido muchos discos de bandas mexicanas que se destacan a nivel internacional, por lo tanto la calidad de producción discográfica ha ido en aumento. Por otro lado, para las bandas alternativas no han habido muchos cambios, en realidad son pocos los músicos que pueden vivir dignamente de hacer música original, la música en vivo ya no es tan cotizada y buscada como en aquellos años, en este sentido para la industria musical ha habido un retroceso en lugar de un avance. En la década de los 80, y aún en los 90, no existían tantas bandas como en la actualidad, por lo que se reconocía y apreciaba su trabajo, ahora tenemos una saturación de bandas y muchas de ellas dejan mucho que desear a nivel profesional.
-¿Qué se mantuvieron haciendo todo este tiempo?
Cada quien por su lado desarrolló diferentes proyectos musicales, en mi caso en los 90 me integré a Look, que estuvo tocando durante muchos años en diferentes lugares de la República, principalmente en la ciudad de Puebla, con esta banda firmamos un contrato con Televisa (para variar), con Luis de Llano, para la empresa Conceptos, y tocamos al lado de Maná en el Auditorio Nacional, después formé una banda de Nu Metal llamada Gatomadre que grabó el disco Hambre en el 2000 para la empresa discográfica argentina SUM Records, en los últimos años estuve tocando blues con El Negro García López (guitarrista de Charly García) y Memo Ascencio (actual baterista de Ultimatum), juntos hicimos tres discos independientes, dos en vivo y uno en estudio. En otras actividades también estuve dedicado a la docencia en diferentes Universidades. Marcela González tuvo algunos proyectos con Alfredo Díaz Ordaz y grabó en los estudios Baby’O en Los Angeles, California. Rafael Covarrubias estuvo tocando con varias bandas e hizo una larga temporada en Cancún para finalmente integrarse como músico al circo de los Hermanos Vázquez por más de siete años.
-¿Cómo se conformó esta nueva alineación?
Tres miembros somos de la banda original de los 80 Marcela González (voz), Rafael Covarrubias (guitarra) y yo Talo Chárraga (bajo), integrándose dos nuevos elementos Pixie Wulf, ex Calvaría (guitarra) y Memo Ascencio ex La Lupita y Kenny y los Eléctricos (batería), con ellos dos yo ya había tocado en otras bandas, así que no fue nada difícil acoplarnos.
-¿Les han buscado para ser parte de los festivales importantes de Metal?
Casi no, ha habido algunos contactos, pero no se ha definido nada, hubo pláticas para formar parte del Hell and Heaven Fest ya desaparecido, pero no se cerraron los tratos, nos encantaría participar en festivales masivos pero no se ha dado.
-¿Qué bandas nuevas de metal mexicano llaman tu atención?
Cenotaph de death metal, me gustan, algunas cosas de Ágora, Mystica Girls, Anna Fiori, White Dream, en lo personal me prende mucho el material y la nueva alineación de Abaddon.
-Sade Récords reeditó su material y ahora lanzan con ellos un nuevo álbum, ¿cómo se dieron estas propuestas?
Todo surgió a partir de la reedición del primer disco, después Jesús Jimenéz me propuso reunir a la banda para el festival Guerreros del Metal en 2016, llegando a un acuerdo que beneficiaría a los integrantes de Ultimatum. El evento se realizó exitosamente y a partir de entonces surgió la idea, junto con Sade Records, en grabar un tercer álbum después de muchos años, el resultado fue el disco V3 que salió a la venta en mayo del 2020 en plena cuarentena.
-Háblanos sobre V3, ¿cuánto tiempo tardaron en crearlo? ¿Cómo fue volver a trabajar juntos?
Fueron dos años entre preproducción y producción, las grabaciones iniciaron en el Estudio de Pixie Wulf (Pixie Cavern) en donde se hizo una primera mezcla, después se remezcló en los estudios BRAVESOUND y finalmente se grabaron las voces en los estudios Oz en la Ciudad de México, es un disco bastante colaborativo y participativo por parte de todos los integrantes de la banda, es por ello que decidimos poner en autoría de las composiciones a Ultimatum, porque realmente es un trabajo en conjunto.
-¿De qué nos hablan las letras de V3?
El disco abre con ‘Abel’, la letra está basada en una historia real, un niño de la calle que fue encontrado muerto debido a las bajas temperaturas, es algo triste y vergonzoso que estos hechos sigan ocurriendo en nuestra ciudad en pleno siglo XXI, para la banda era importante hablar sobre ello.
‘El manto de la cobra’ habla sobre las grandes empresas y personajes de poder que manejan los hilos de las estructuras mundiales, que en su afán de hacer dinero toman decisiones completamente inhumanas.
‘Sueños’ originalmente se grabó en el primer disco, hicimos una nueva versión; es una de las más conocidas de los seguidores de Ultimatum, una canción de amor, un regalo para los fans de aquellos años.
‘Eterno Presente’. Lo único que existe es el aquí y el ahora, lo demás o son suposiciones que nos llevan al futuro, produciendo sufrimiento, o recuerdos que no tienen nada que ver con la realidad, de allí la necesidad de disfrutar cada minuto en esta vida, cada día que pasa es un paso más hacia la muerte. Contiene un mantra hindú en sánscrito.
‘Desgarrando el tiempo’ también es un canto contestatario hacia una toma de consciencia, un recordatorio de que todos tenemos participación en los cambios para una mejor vida.
‘Merodeador’ esta es otra canción que también se grabó en el primer disco, e igual una de las más conocidas por los seguidores de la banda, una nueva versión, una metáfora al deseo sexual que nos persigue todo el tiempo.
‘Con tu muro me topé’ es de las canciones más directas que tiene Ultimatum en contra de la política expansionista de los Estados Unidos, específicamente de su presidente Donald Trump, una carta abierta a favor de todos los inmigrantes que se van al vecino país del norte.
-¿Dónde van a presentar su nuevo material cuando esté el semáforo en verde?
Tentativamente la presentación del álbum será el 5 de diciembre de 2020, en un festival llamado Dioses del Metal, al lado de una agrupación extranjera y varias bandas nacionales importantes, el lugar aún no se confirma, se está desarrollando el proyecto, según avancemos hacia el semáforo verde.