Revisiones

Un himno llamado Satisfaction

Un himno llamado Satisfaction
Por Midnight Rambler and Factory Girl

The Rolling Stones se encontraban de nuevo de gira por Estados Unidos en mayo de 1965 pero no eran realmente importantes o famosos en Norteamérica como lo eran en Inglaterra, según Andrew Loog Oldham, mánager y productor del grupo, les hacía falta un éxito y tener un disco entero con creaciones propias. Lo que pretendía el brillante representante del grupo estaba por explotar en la habitación de Keith Richards, pues el guitarra de la banda tenía entre el sueño el arma que comenzó la revolución musical. El rock y el pop no fueron lo mismo después de ‘(I can’t get no) Satisfaction’. Aquí hacemos una revisión de la canción más importante de todos los tiempos y de las mejores versiones que se han hecho de ese single, lanzado unas semanas después de su concepción y que no fue incluido en la edición inglesa del álbum Out Of Our Heads.

Un aullido salvaje y crudo que representa la insatisfacción sexual y social de una generación y que hace del consumo de aquellos días una crítica, se ha colocado entre las canciones más trascendentes de todos los tiempos, no sale de los primeros lugares de las listas más importantes ni de las que se cuentan con los dedos de una mano, así como se cuenta a los amigos. Este himno de inconformidad de generaciones es para nosotros la mejor rola que se han inventado los Stones, pero no sólo encarna ese vacío qué saciar de los que escriben esto, durante décadas, a partir del mismo 1965 en que fue soñada por Keith Richards, el tema ha sido reencarnado por artistas insatisfechos: Otis Redding, The Residents, Devo, Aretha Franklin, Los Apson, Blue Cheer, Gloria Trevi, Pablo Beltrán Ruiz, Machito, Illona Staler, The Ventures, Los Gliders, Mongo Santamaría… le han rendido a sus Satánicas Majestades todo lo que tienen en sus versiones de ‘(I can’t get no) Satisfaction’.

Fue el primer número 1 de la banda en Estados Unidos, el título manifiesta hartazgo y frustración, sin embargo, esos estados de ánimo no sólo pertenecían a Keith; Mick Jagger fue el primero en unirse a esas expresiones y terminó de escribir el manifiesto en unos cuantos minutos sentado al borde de la piscina en su hotel de Clearwater, Florida, minutos después de que el otro líder de la banda le mostrara aquella tonada y algunas palabras de lo que tenía para ese riff. Nada más lanzarla como single semanas después, sin la bendición de su autor, millones respaldaron el sentir de esa historia de casi cuatro minutos.

“Lo cierto es que al guitarra de los Stones se le insinuó en ese estado de duermevela en su habitación de hotel luego de una presentación, pero tras escuchar la grabación de aquellas notas que registró con una guitarra en su casetera portátil, más varios minutos de sus propios ronquidos, rescató el riff que se convertiría en el alma sucia, salvaje y rabiosa que comenzó la revolución musical”

La inspiración que llegó a Richards le han supuesto dos rutas de origen, una vía Chuck Berry con su ‘30 Days’ (1955), según Mick Jagger, la otra por los terrenos del Blues con ‘I can’t be Satisfied’ (1948) de Muddy Waters. Lo cierto es que al guitarra de los Stones se le insinuó en ese estado de duermevela en su habitación de hotel luego de una presentación, pero tras escuchar la grabación de aquellas notas que registró con una guitarra en su casetera portátil, más varios minutos de sus propios ronquidos, rescató el riff que se convertiría en el alma sucia, salvaje y rabiosa que comenzó la revolución musical, a esta determinó nombrarla ‘(I can’t get no) Satisfaction’, que es lo que balbuceó en su grabadora Phillips antes de quedar dormido. Tras mostrarla a los demás Stones, el grupo se encerró a principios de mayo en los estudios Chess, de Chicago, para trabajar en las primeras tomas. Sin sentir algo fuerte por esas grabaciones, que se acercaban más a un corte folk, Richards decidió guardarlas unos días hasta que volvieron a pisar un estudio, en ese mismo mes de 1965.

Instalados en las cabinas de la RCA, Jagger, Richards, Jones, Wayman, Watts, Stewart, Oldham y Hassinger se ocuparon de nuevo en aquella canción, sin embargo Keith seguía sin enamorarse de su creación, quizá no lo esté aún pues el resultado que terminó en el surco de las millones de copias vendidas no es lo que pretendía. Durante las sesiones en los estudios ubicados en Hollywood, California, Ian Stewart, el Stone a la sombra, le propuso a Richards utilizar el Fuzz-Tone box Gibson para algunas de las partes de guitarra, Keith grabó esas notas brutalmente expulsadas con distorsión gracias al efecto áspero de aquel artefacto.

El resultado es lo que desde el 6 de junio del ‘65 hasta hoy hemos escuchado y cantado tanto, pero esto pudo no haber ocurrido si Andrew Loog Oldham hubiera hecho caso a la indecisión de su creador, quien parecía no parar a su insatisfacción y se negaba a editarla como single, aun cuando contaba con los votos de Andrew Loog Oldham, Brian Jones, Charlie Watts, Bill Wyman, Ian Stewart y Dave Hassinger (el ingeniero de aquellas sesiones) para salir a conquistar el mundo; el guitarrista sólo contó con el apoyo de Mick Jagger para que el corte tuviera como futuro un Lado B o una pieza más en el álbum Out Of Our Heads. Si bien, el uso del Maestro FZ-1 Fuzz-Tone box de Gibson no aportó las primeras distorsiones en alguna grabación -los registros de Howlin’ Wolf, Jackie Brenston, Johnny Burnette and The Rock ‘N’ Roll Trio, Link Wray y Marty Robbins dan historia de eso-, sí dio el gran golpe con la pieza de Keith Richards; después del riff más famoso de todos los tiempos, el artefacto se convirtió en el pedal que todos deseaban y el sonido fue adoptado por las bandas que comenzaban a formarse en los garajes, convencidos de sonar salvajes, agresivos, distorsionados, crudos e insatisfechos como los Rolling Stones.

En aquellas sesiones finales, Keith decidió utilizar aquel Fuzz-Tone para marcar ciertas partes de la pieza con su guitarra, las cuales deberían llevar una sección de viento y un tono más rasposo; la canción quizá estaba concebida para darle vida a un soul, tal como lo intentaban desde su primer disco, sólo que ahora ya no se trataba de un cover y estaría firmado por Jagger y Richards, ni siquiera por Nanker Phelge, el pseudónimo que utilizaba la banda para rubricar sus primeras composiciones. Marcado por el sonido de la joven América, Richards encontraba alguna similitud entre su creación y ‘Dancing In The Streets’ de Martha & The Vandellas, esto suponía también parte de la negativa del Stone a lanzarla como single, sin embargo, ‘(I can’t get no) Satisfaction’ era una genuina ferocidad del rocanrol y el destino la esperaba para iniciar la revolución musical de los sesenta. Desde que se escuchó por primera vez en la radio, el mundo sabía que debía cambiar.

Otis Redding

No sólo es la mejor versión de ‘(I can’t get no) Satisfaction’, sino que es el mejor cover que se ha realizado a una creación de The Rolling Stones. En 1966, ya enamorado de la canción, Otis Redding la hizo suya, le dio ese sonido soul que tanto habían intentado los ingleses y la publicó en el sello Volt, colocándose en la posición número 4 de las listas de Billboard en los singles de Rhythm & Blues. El resultado fue una maravilla, no le restó poder a la creación de Jagger y Richards, mantiene la misma potencia y le integró una sección de viento, tal como lo exige el género. Los Stones tanto deseaban sonar soul y el gran Otis Redding lo hizo realidad. Nadie como Otis Redding para pisar un escenario, y es que el de Dawson, Georgia, ha sido de los mejores o el mejor frontman de lo que va de historia en esto que tanto nos gusta, y con eso prendió fuego en el escenario del Monterey International Pop Music Festival en junio de 1967 cuando interpretó el primer número 1 de los Rolling en Estados Unidos, unos meses antes de morir en diciembre de ese año.

The Residents

Publicado en 1976 por el sello Ralph Records, su propia compañía discográfica, el single ‘(I can’t get no) Satisfaction’ daba continuidad a las versiones trastornadas de la misteriosa banda norteamericana The Residents. Los de Maryland, habitantes de ese piso en donde vive la clase de grupos sin clasificar, se pusieron más que en plan Richards para hacer una versión a once años del lanzamiento de la original, el resultado fue una profunda pesadilla. Esta grabación es de las más lejanas a la publicada en 1965, sólo el marcado riff hace que te des cuenta en dónde te encuentras parado apenas entrar al sueño, lo demás es sórdido. ¿Cuánto de Frank Zappa, cuánto de Captain Beefheart hay en su mundo? Tan irreal es definir su música como su identidad, la imagen no es protagonista, o no debía serlo, tampoco género sonoro alguno, sin embargo los signos de interrogación han sido alimentados tanto por los más expertos conocedores musicales como por los aficionados más aficionados, en cuanto a la incógnita de la alineación del grupo y el sentido de su música. Este 45 rpm cuenta con una alucinante portada, también a cargo de ellos mismos a través de su agencia de diseño Porno Graphics; ahora entre la mano de un humano aparece King Kong, preso en ese puño el gorila exclama que no puede obtener satisfacción.

Jerry Lee Lewis

En 1973 Jerry Lee Lewis grabó The London Session: Recorded in London with Great Guest Artists, con músicos británicos como Albert Lee, Peter Frompton, Rory Gallagher y Kenny Jones. Alguien le sugirió que debía grabar ‘(I can’t get no) Satisfaction’ pero el asesino afirmó nunca haber escuchado el tema. En una entrevista publicada en la revista Melody Maker, el guitarrista Rory Gallagher cuenta cómo él fue quien debió enseñarle la canción a Lewis: “Tenía problemas con eso, no podía entender el tiempo de la canción, algo que no pude entender porque él era un músico perfectamente bueno. Luego fue bastante grosero con las letras. Él no podía entender cómo alguien podría escribir letras así” el texto fue publicado en 1978 en el numero 66 de la publicación. Resulta extraño que Jerry Lee Lewis tuviese esa impresión sobre la letra que escribía Jagger, pues es sabido que el músico fue criticado también por sus letras con trasfondo sexual. Finalmente ‘Satisfaction’ no fue incluida en el Lp y no vio la luz hasta 32 años después, cuando en 2005 fue editado un disco doble en cd con la sesión completa.

Ilona Staller

Si alguien en este planeta ha llevado las libertades al límite y ha luchado por ellas esa es ILONA STALLER, así, en letras mayúsculas, tal como figuraban en las marquesinas de las salas de cine del planeta dedicadas al cine XXX durante los dorados años 80. En los últimos años 60 del siglo pasado, trabajó una temporada en un lujoso Hotel en su ciudad natal Budapest, Hungría, en donde sirvió como espía, ya en los primeros años de los 70, la chica abandonó Hungría y se instaló en Roma, allí inició como modelo para marcas de ropa, después participó en revistas y cintas soft core y comenzó su leyenda en un programa erótico en Radio Luna, en donde los escuchas comenzaron a llamarla Cicciolina, palabra que utilizaba para referirse al órgano sexual femenino. A finales de esos años comenzó también su trayectoria como cantante y ya en la mitad de los 80 inició una contada filmografía de películas porno en 35 mm., ¿en qué más? Sin embargo, los actos debidamente preparados que escandalizaron Italia (el primer destape en televisión al mostrar un seno en 1978; el cierre de la estación de radio tras su manera “obscena” de difundir la educación sexual; su intento de masturbarse con una serpiente durante un concierto en el que terminaron arrestándola y el réptil falleció debido a la confusión generada por las autoridades; su ingreso al Parlamento Italiano por el Partido Radical Italiano durante el periodo 1987-1992, el tórrido matrimonio con el artista Jeff Koons, ¿fueron a ver la exposición que le montaron en Museo Jumex? –ahí aparece la protagonista de estas líneas-; la pelea por la custodia de su hijo; su combate a la censura y la constante batalla por la paz, lucha en la que creó el Partido del Amor, al lado de otras actrices del género…) alimentaron al personaje, no su paso por la industria del hardcore. Pues bien, en 1988 realizó el disco Muscolo Rosso y encaró la grabación de los Stones, ignoró lo de ‘(I can’t get no)’ y cambió la letra para dar paso a lo que le interesaba: ‘Satisfaction’. De corte electrónico, con estilo italo disco, este vinil de porno pop fue una más de sus perversiones para retar a quien osara limitar su libertad.

Machito

Fue el pionero del jazz latino y por sus Orquestas, desde los Afrocubanos, pasaron músicos con nombres tan comunes como Tito Puente, o bien, grabó con otros más mundanos como Charlie Parker, Buddy Rich o Dizzie Gillespie. En 1968 el capítulo de su exploración musical dejó como resultado el LP Machito Goes Memphis, una aventura por el soul y el rocanrol stone, dejando en estos géneros su sabor y sellando definitivamente su influencia durante los 44 años que dedicó a la música, en donde surgieron ritmos que tienen conexión con su legado. No está Aretha Franklyn pero sí su ‘Baby I Love You’; tampoco aparecen Booker T. & The MG’s pero sí se pueden escuchar ‘Hip Hug-Her’ y ‘Green Onions’; ni qué contar de Eddie Floyd aunque su ‘Knock On Wood’ también está presente; ¿algo de Otis Redding? ¿’Fa-Fa-Fa-Fa-Fa’ o ‘Shake’ les dicen algo?, Wilson Pickett sonaría brutal con la Orquesta de Machito haciendo ‘In the Midnight Hour’; quienes si suenan explosivos son Machito y Graciela en ‘Hold On, I’m Comin’’, haciendo olvidar por ese par de minutos a Sam & Dave. ¿Y los Rolling? Los Stones en ese año habían publicado Beggars Banquet, eran los putos amos del rock and roll y el músico cubano lo sabía, y así como los chicos de Inglaterra cambiaron todo, Machito se unió a otra revolución, la que comenzó en los años 40 ya lo había puesto entre los grandes, ahora se llevaba ‘(I can’t get no) Satisfaction’ a los territorios del latin jazz, del soul. Keith seguía colocando su sueño en el soul.

Pablo Beltrán Ruiz

Sí, Pablo Beltrán Ruiz ya lo había hecho todo, había experimentado con todo ritmo que se le metiera por los oídos. Él y su orquesta grabaron rock and roll en 1956 y se apuntan como los primeros del género en México, pero esto no parece importarle a muchos, pues restan importancia al hecho y otros nombres se presentan en las discusiones por el primer rock mexicano de la vida, a quien seguro menos le interesa el hecho es a artistas como Björk, que le tiene como gusto e influencia desde la época de Post y lo dejó más claro en Gling-Gló. Seguro los Stones conocen ‘¿Quién será?’, así como el músico mexicano conocía esa canción que había armado una revuelta. Es 1968 y bajo el sello RCA, Pablo Beltrán Ruiz asaltó las estaciones de radio y las tiendas de discos con Go-Go Internacional. Ya fuera en LP o EP, según la adquisición, ‘(I can’t get no) Satisfaction’ estaba presente, una potente y bailable versión instrumental del de Los Mochis, Sinaloa, figuraba entre todo ese Go-Go.

Guitar Wolf

Fue hasta 1997 cuando Guitar Wolf decide finalmente darle una revolcada por todo ese basurero sonoro en el que habitan al clásico de Jagger y Richards. ‘(I can’t get no) Satisfaction’ es trash ‘n’n roll en manos de los nipones; está saturada de volumen, distorsionada y correosa. Si le hacían falta feroces aullidos a la mejor de los Stones, Guitar Wolf debía hacerlos para que luego Caperucita pregunte al lobo ¿para qué son esos aullidos? tras escuchar el disco Planet Of The Wolves.

Devo

El disco debut de Devo incluye un deconstruida versión de ‘(I can’t get no) Satisfaction’. En la canción de Mark Motherbaugh y Gerald Casale no existe el característico riff de Richards y el ritmo que lleva desde inicio no es para nada cercano a la máxima del rock and roll, sino algo más robótico. Warner, el sello que lanzó a los de Ohio incluso pidió que antes de incluir el tema en el disco se pidiera la autorización de Mick Jagger, por lo que Motherbaugh y Casale debieron sentarse frente al cantante y ponerle una cinta con la grabación. El libro Cover Me: The Stories Behind the Greatest Cover Songs of All Time relata como después de minutos de estar frente a un Mick Jagger imperturbable, que sólo miraba al piso y daba vueltas a su copa de vino tinto, los integrantes de Devo presenciaron como se levantó y comenzó a bailar, sin zapatos, sobre una alfombra. La canción fue incluida. Mothersbaugh, fanático de los Stones, ha descrito la letra de ‘(I can’t get no) Satisfaction’ como una de las más increíbles del rock “habla del consumo evidente, la estupidez del capitalismo y la frustración sexual. Todo en una canción” El disco fue grabado en Alemania, con la participación de Brian Enno y David Bowie. La disquera otorgo cinco mil dólares a la banda para promoción, mismos que utilizaron para grabar el videoclip que ya todos conocemos con sus trajes amarillos y sus gafas oscuras.

Los Apson

Varios se atrevieron a trasladar ‘(I can’t get no) Satisfaction’ al español, en el mismo año de su lanzamiento, Los Apson se apropiaron del tema al grado de escribirle una nueva letra que no tenía nada que ver con la insatisfacción de Jagger hacia el consumismo. Esta era más bien una letra romántica que se queja por el desamor . “No soy nada sin tus besos, dame amor sin condición, dame un poco de satisfacción” Peerless lanzo el Lp titulado Satisfacción, en el que los de Agua Prieta interpretan su versión del clásico.

Los Gliders

Comenzaron el mismo año que los ingleses, hicieron puros cóvers en sus primeros trabajos y dejaron el rock and roll después de tres discos. A finales de 1965 el sello Dimsa lanzó el último trabajo de Los Gliders, sólo pasaron unas cuantas semanas para que Explosivos del 65 estuviera en las calles. Aquellas apresuradas sesiones nocturnas de estudio dieron como resultado una producción de diez versiones, Lennon y McCartney se hacen del Lado A con tres de su catálogo, ‘Bule Bule’ y Perro lanudo’ completan el surco. A la vuelta nos encontramos con Jagger y Richards, sí, el ahora cuarteto grabó ‘(I can’t get no) Satisfaction’ el mismo año que la lanzaron los Rolling, sólo que con unos seis meses de diferencia. Los Apson la publicaron también ese mismo año, pero la coincidencia es más grande al poner ambos viniles y descubrir que es exactamente la misma letra, sin embargo el crédito Jagger-Richards está acompañado por Renner en el caso de los de Agua Prieta Sonora, mientras que por el lado de los de la Colonia Moctezuma, del aún D.F., la firma J. González. Los jovencísimos Gliders (dos de sus integrantes eran unos niños cuando comenzaron) no se ponen más pesados que los Stones, mantienen la melodía tal cual, comienzan con palmas antes del “No soy nada, sin tus besos”, y hacia el final, y hasta que dejan de escucharse, suena eso de “Satisfeishon”. En esta rareza del rock mexicano llamada Explosivos del 65, los cuatro integrantes posan elegantes con una combinación en blanco y negro mientras los rostros se perfilan a su lado izquierdo. Nada acompaña la imagen, sólo el color azul de fondo y algunas formas de las sombras que se proyectan por la iluminación. La fotografía de la banda no abarca toda la portada, está en medio, enmarcada por un color menta y por el nombre del grupo en color naranja por encima y el título del LP en amarillo abajo. Un genuino grupo contemporáneo de los Stones rindiéndose ante ellos.

Los Jockers

En 1967, una de las bandas pioneras del rock en Chile publicó su disco En La Onda De Los Jockers bajo la RCA, una producción demasiado al estilo The Rolling Stones en la que incluyeron versiones de otros artistas que los mismísimos ingleses ya habían grabado: ‘Route 66’, ‘Time Is On My Side’, ‘It’s All Over Now’ y ‘Under The Boardwalk’. La influencia Stones es más que contundente en el quinteto chileno pues cierran cada lado de ese LP con una composición de Jagger y Richards, el préstamo incluye ‘What a Shame’ al final de la cara A y una potente versión de ‘(I can’t get no) Satisfaction’ al final de todo. ¡Vaya que si se apropiaron de los Rolling! Los reflectores no iluminaban tanto a la banda británica en ese país y Los Jockers tomaron su lugar: tenían a las chicas gritando por ellos en cada presentación, vendían los miles de discos que el quinteto inglés debía facturar y hasta daban a conocer la música de estos gracias a las versiones que registraron en sus grabaciones. Aseguran que en el Festival de Viña del Mar de 1967 tuvieron que interpretar ‘Satisfaction’ en cinco ocasiones. ¡Cuánta satisfacción!

Los Rockin Devil’s

La banda de Blanquita Estrada también se arriesgó a ponerle letra a la música de los Stones. Los Rockin Devil’s la titularon ‘Satisfecho’, el tema resulta ser muy suave comparado con la versión de Los Apson, que de alguna forma respeta el tono salvaje con que la tocan los ingleses. Frankie Estrada canta “Voy al parque, voy al cine, voy a casa, prendo el radio me paro y voy a bailar, me vuelvo a casa a ver la tele y sin embargo no he quedado satisfecho no no no” La canción cierra el Lp Los sensacionales Rockin Devil’s Bule Bule editado por Orfeón en aquél 1965.

Los Yaki

Tal vez fueron Los Yaki, quienes hicieron una versión en español con la letra más apegada a lo que dicen los ingleses. “Cuando yo en mi coche voy y el radio enciendo yo y comienza el locutor con un chiste sin razón tratando de que vuele mi imaginación, no lo logra, no se que hacer….No me encuentro satisfecho” El tema fue incluido en su disco El sonido agresivo de Los Yaki editado en 1966 por el sello Capitol de México. Éste, por cierto, no fue el único tema de los Stones que la banda de Benny Ibarra interpretó, ‘Jumping Jack Flash’ o para ellos ‘Juan el Saltarín’ también formó parte de su repertorio.

Gloria Trevi

A inicios de los noventa, una regia llegó con las medias agujeradas y el cabello alborotado a dar un show que no terminaría hasta una década después, cuando fue encarcelada en Brasil. La amada/odiada Gloria Trevi también reversionó el clásico de sus Satánicas Majestades. En su disco debut ¿Qué hago Aquí? Incluyó una adaptación de la canción en la que habla de su insatisfacción sexual y ¿por qué no? Del embarazo no deseado: “Cuando se es mujer hay que ser derecha, hay que cuidar muy bien la fecha y no levantar una sospecha, y si es que por tonta tomas toda la cosecha, gorda estarás deshecha” Y si usted, querido lector, se está retorciendo porque este personaje de la farándula mexicana haya osado grabar un clásico a su manera, sepa también que la Trevi reversionó temas de Wayne Cochran, Led Zeppellin, Deep Purple y The Doors. PÍNTALODENEGRO

Este texto pertenece al primer número de Píntalo de Negro, Stoned. Publicado en octubre de 2019.
error: Content is protected !!