Los Lobos + Bob Dylan
Es 1991, Bob Dylan y Los Lobos se presentan por primera vez en México. Esta crónica corresponde a la segunda fecha que tuvieron en el Distrito Federal, el 2 de marzo. Aquí la detallada anécdota para que revivan este concierto histórico quienes tuvieron oportunidad de estar ahí, y quienes no, sepan que acontecimientos de este calibre no se repiten.
Recuerdo con mucha nostalgia los primeros días del año 1991, me encontraba viendo la televisión cuando de repente durante los comerciales apareció un anuncio, el cual decía: “Por primera vez en México Bob Dylan y Los Lobos”. Me emocioné de tal manera que corrí a avisarles a mis papas, ya que ellos eran grandes admiradores del cantante, compositor y poeta nacido en Minnesota, Estados Unidos. Me acuerdo que mi papá me dijo que había que comprar los boletos en cuanto se pusieran a la venta, porque además traía de teloneros a Los Lobos. Cabe señalar que mi familia completa y quien escribe esto somos grandes fanáticos del grupo originario del Este de Los Ángeles, California.
Los boletos se podían comprar en la extinta y mítica tienda de discos Zorba, antecedente directo de lo que posteriormente sería Mixup. Adquirimos nuestras entradas en una sucursal de dicho establecimiento, la cual se encontraba en la planta baja del Centro Comercial Perisur. Compramos seis entradas para toda la familia.
Llegó el tan ansiado día, sábado 2 de marzo de 1991. Mi mamá, quien era muy fan de Dylan, no dejó de escuchar durante toda la mañana el clásico álbum del año 1966 Blonde On Blonde, ya que ella lo había visto actuar en la isla de Hawaii, justo en el 66 y en la gira de dicho álbum.
La cita era a las 8 de la noche en el recinto del Palacio de los Deportes, conocido también como La Chinche Metálica o el Palacio de Los Rebotes, en el entonces todavía Distrito Federal. Nosotros, como muchos otros, preferimos llegar temprano aunque ya teníamos nuestros lugares asignados para evitar congestionamientos y aglomeraciones. En las afueras del lugar no podían faltar los puestos de artículos de los artistas y los revendedores. Cabe destacar que por aquel entonces yo no solía comprar ninguna mercancía de los conciertos a los que asistía, esa afición me vino después.
Cuando íbamos en camino en el automóvil, estuvimos escuchando los álbumes que tanto Bob como Los Lobos venían promocionando: Under The Red Sky del primero y The Neighboorhood de los segundos.
Llegamos e hicimos todo el ritual que se tiene que realizar cuando se va a un evento de ese tipo: estacionarse, hacer la fila correspondiente, buscar los lugares asignados con el personal designado para ese motivo.
En el escenario ya los instrumentos se encontraban colocados para que subiera a tocar la súper banda de Los Lobos. En aquel momento el recinto de cobre se encontraba ya a su máxima capacidad. Como a eso de las 8:05 de la noche las luces del lugar se apagaron y salieron a escena. El público asistente comenzó a gritar a todo lo que da, ya que era de las primeras veces que un acto de tal magnitud se presentaba en nuestro país. La agrupación angelina nos ofreció un setlist en verdad demoledor. La velada inició con la rola tipo country rock ‘One Time One Night’ incluida en el álbum de 1987 By The Light Of The Moon, para continuar con dos piezas del disco The Neighboorhood, la country folk ‘Emily’ y la roquerísima ‘I Walk Alone’. Posteriormente vinieron dos grandes rolas del segundo disco del grupo How Will The Wolf Survive? del año 1984, la estupenda ‘Evangeline’ y la gran ‘Will The Wolf Survive?’. Para sorpresa de todos los asistentes la banda nos ofreció varias canciones de lo que sería su siguiente producción discográfica Kiko, y la tradicional canción ‘Rio De Tenampa’ fue la primera, después vendría la súper blusera ‘I Can’t Understandt’ del álbum The Neighboorhood, dicha pieza la canta el gran guitarrista originario de Hermosillo, Sonora, México, César Rosas, con una voz aguardentosa pero melancólica a su vez para darle un toque triste a su interpretación. Como la agrupación sabía que se encontraba por vez primera en México, el mismo Rosas dijo en muy buen español: “Hoy en la mañana vi en la televisión una película del gran Resortes” y al instante comenzaron los primeros acordes de ‘Ay Te dejo en San Antonio, un gran cover del padre del gran Flaco Jiménez, Santiago Jiménez. Para ese momento ya todos los asistentes estábamos totalmente extasiados por cómo suena el grupo en vivo. Algo muy particular que muy pocas agrupaciones hacen, sólo sé de Grateful Dead, traían dos bateristas: Jim Keltner y Jerry Marotta. Ya la banda tenía a toda la audiencia en sus manos y comenzaron los primeros acordes de una de las mejores piezas del álbum de 1983 …And A Time To Dance, la súper bailable ‘Let’s Say Goodnight’ para inmediatamente después retornar con algo de folk rock, la muy bella Ángel Dance del disco The Neighboorhood. Los ahí asistentes estábamos muy felices cantando, y bailando algunos, y en ese momento el grupo regresó a sus raíces mexicanas con una de las mejores rolas del álbum de 1988 La Pistola y El Corazón, la tradicional canción ‘Las Amarillas’. Posteriormente vino otra sorpresa del álbum Kiko, ‘Two Janes’, a la cual el público por obvias razones no respondió muy bien ya que en aquel entonces no era tan conocida. En el momento donde sí se prendió toda la audiencia fue cuando se empezó a escuchar el primer riff del clásico de Ritchie Valens ‘Come On let’s Go’, incluida en el soundtrack de la película del año 1987 La Bamba, y todo el mundo se puso a bailar.
Después del rock and roll, siguió de nuevo el rock con otro estreno, la muy alegre ‘Whiskey Trail’. Como Los Lobos sabían que se encontraban en México, tocaron dos canciones seguidas en español: ‘Anselma’, del …And A Time To Dance, y ‘Serenata Norteña’, del Will The Wolf Survive?. Todos los ahí reunidos nos súper prendimos cuando se comenzaron a escuchar los primeros acordes de la famosa canción rockera, incluida en el álbum Will The Wolf Survive?, ‘Don’t Worry Baby’. Inmediatamente después la agrupación continuó tocando más rock and roll con el maravilloso cover al clásico de Jimmy McCracklin ‘Georgia Slop’, incluida también en el álbum del año 1990 The Neighboorhood. Para concluir el concierto, el grupo tocó otra pieza de ese mismo disco, la extraordinaria ‘Jenny’s Got a Ponny’, pero como el público mexicano, que siempre se ha caracterizado por ser insaciable, quería más, y la banda nos ofreció un encore de dos canciones. La primera fue un cover a Greteful Dead, la gran ‘Bertha’, y para cerrar con broche de oro nos ofrecieron una enorme versión al clásico de Ritchie Valens, ‘La Bamba’, la cual viene incluida en el soundtrack de la película del mismo nombre del año 1987. Los angelinos habían dado todo en el escenario y le habían dejado en hueco muy difícil de llenar a la leyenda del folk rock Bob Dylan.
Tras una espera de aproximadamente media hora, como a eso de las 9:30 de la noche, se apagaron las luces del Palacio de los Deportes y se escuchó una voz de fondo que decía: “Ladies and Gentleman, Columbia Records presents Bob Dylan”, y apareció de la nada la mítica figura del maestro Bob Dylan. Llevaba puesto una camisa de cuadros roja, un sombrero de color café y jeans. Comenzó a masacrar a su audiencia con un set brutal. La velada dio inicio con la maravillosa canción del álbum Blonde On Blonde ‘Most Likely You Go Your Way And I’ll Go Mine’ para inmediatamente seguirse con la preciosa pieza del disco de 1969 Nashville Skyline, ‘Lay Lady Lay’. Posteriormente todos nos extasiamos con la clásica ‘All Along The Watchtower’, incluida en el disco John Wesley Harding. Vendrían después rolas como ‘The Man In Me’ del álbum de 1970 New Morning y otra del Blonde On Blonde, la genial ‘Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again’. Continuó con una canción del material que en aquel entonces venía promocionando: Under The Red Sky, la roquera ‘Wiggle Wiggle’, para después regresar a los clásicos con ‘Bob Dylan’s Dream’, extraída del álbum de 1963 The Free Wheelin Bob Dylan. Siguió con un medley de dos rolas del disco del año 1965 Bringing It All Back Home: ‘Love Minus Zero/No Limit’. Cuando comenzaron los primeros acordes de la clásica pieza de su etapa folk ‘Mr. Tambourine Man’, incluida también en el álbum Bringing It All Back Home, del año 1965, y luego vino la bellísima ‘It Ain’t Me Babe’, del Another Side Of Bob Dylan (1961), ya todos los asistentes estábamos totalmente en éxtasis.
Dylan sabía que tenía a todo el público asistente en sus manos y nos deleitó y nos hizo mover el cuerpo con el magnífico blues rock ‘Everything Is Broken’, incluida en el álbum de 1989 Oh Mercy, después siguió con una rola de ese mismo material, la hermosísima ‘Man In The Long Black Coat’. Aún recuerdo que en ese preciso instante mí papá comentó: “Dylan es una aparición, es como si el espíritu del poeta inglés Dylan Thomas reviviera y estuviera ahí cantando enfrente de nosotros”. Posteriormente interpretó la preciosa ‘Seeing The Real You At Last’, del disco de 1985 Empire Burlesque. El maestro después nos dio un obsequio, porque fue un regalo lo que hizo al ofrecernos una maravillosa interpretación de la estupenda y conmovedora canción de su álbum de grandes éxitos ‘Watching The River Flow’. Bob tenía extasiada a toda la audiencia y tocó una rola del álbum Under The Red Sky del año 1990, la fabulosa y llegadora ‘God Knows’. El repertorio continuó con otra hermosa canción: ‘In The Garden’, la cual está incluida en el disco de 1980 ‘Saved. Cabe señalar que en dicho material Bob Dylan incursionó en la religión católica y la mayoría de las piezas del mismo van en esa dirección como la rola antes citada.
Lo mejor de la noche estaba por venir, ya que la leyenda nos tenía reservadas las mejores canciones para el final. Dylan comenzó con la que es considerada como una de las mejores canciones del siglo XX, la emblemática ‘Like A Rolling Stone’, la cual pertenece al álbum del año de 1965 Highway 61 Revisited. Todos los ahí presentes cantamos esa pieza a todo pulmón y nos encontrábamos en un estado de éxtasis indescriptible cuando de repente se escuchó un grito ensordecedor al sonar los primeros acordes del seminal himno generacional ‘Blowin’ In The Wind’, incluida en el álbum del año 1963 The Freewheelin Bob Dylan. Para aquel momento el recinto del Palacio de los Deportes parecía que se venía abajo de tanto grito. De pronto que se empiezan a escuchar las primeras notas de la fabulosa rola, piedra angular del folk Rock blues, ‘Highway 61 Revisited’, que da título a ese fundacional álbum de 1965. Con dicha canción dio por concluido este súper concierto del mejor folk rock de la historia. Era tanto el entusiasmo del público mexicano ahí reunido que Bob Dylan hizo algo que casi o más bien nunca hace: sonreír, y no sólo eso, se quitó su sombrero y lo arrojó al público ahí reunido. Eso sólo la música lo puede lograr, ya que la respuesta está en el Rock.