Boleto de la tocada que se llevaría acabo el 12 de abril de 1991
En 1991 se prometió una tocada inolvidable para la mayoría, claro, si se hubiera llevado a cabo. Pixies y Peter Murphy compartirían el escenario del Teatro Angela Peralta, esta noche se cumplen 30 años de ese suceso imaginario y aquí va la historia.
El otro día mientras escuchaba el Bossanova, el tercer álbum de Pixies que cumplió 31 años desde su lanzamiento en aquel lejano agosto de 1990, recordé la primera vez que me gané unos boletos para un concierto.
Fue en el programa Radio Bestia que se transmitía por la legendaria Rock 101 en donde los locutores no eran otros que Guillie Damage y Nacho Desorden (Los Esquizitos, Lost Acapulco) y que era para un concierto que de haberse realizado hubiese sido uno de los mejores en mi vida. Pixies y Peter Murphy en el Teatro Angela Peralta de la colonia Polanco. En aquellos años no era como en estos tiempos de las redes sociales y dispositivos inteligentes, en que para ganar algo tuvieras que recurrir a un tweet que tenga la fortuna de ser de los primeros en aparecer en el timeline o en la cantidad de likes o retweets que pueda recibir una publicación. Recostado en mi cama, escuchando la radio mientras se transmitía el programa, fue cuando soltaron la noticia de la presentación de ensueño, Pixies sonaban con su Bossanova y Peter Murphy con su también tercer álbum Deep, considerado de culto.
¡Vaya forma de comenzar los noventas! Fue entonces que lanzaron la pregunta para obtener un par de entradas para el concierto. Esta consistía en mencionar los nombres –reales- de los integrantes de Pixies. ¡Oh my Golly! Tenía la respuesta pero lo que no tenía en aquel momento era el medio para comunicarme a la cabina (teléfono), pegué un brinco de mi cama y salí de la casa hecho un bólido a correr al teléfono de la esquina para comunicarme a la estación. Pero cuál sería mi sorpresa al comprobar que no servía éste ni el que estaba en contra esquina, ambos se encontraban en las mismas condiciones.
El servicio era gratis y aunque Telmex ya había sido privatizada el mantenimiento dejaba mucho que desear, además de que aquí siempre hemos sido expertos en darle en la madre a las cosas –sino vean el metro-. Conservé la calma y recordé uno que quedaba a una cuadra de allí, muy cerca de donde vivían mis tías. Emprendí nuevamente la carrera calle arriba y camino allá iba pidiendo que no fuera a estar ocupado. Llegué a la esquina donde estaba, casi sin aliento, y comencé a marcar deseando que no me hubieran ganado ya las entradas.
Al primer intento y como si todo estuviese predispuesto Nacho Desorden me contestó y le di la respuesta: Charles Michael Kitridge Thompson IV -Black Francis-, Joey Santiago, Kim Deal – John Mrs. Murphy- y David Lovering. Acerté y me dijo que podía pasar por los boletos a Super Sound que era la tienda de discos que quedaba a media cuadra del Teatro Angela Peralta sobre la calle de Aristóteles. Colgué y regresé a casa contento, se me iba hacer ver a quienes considero una de mis mejores bandas. La corrida había valido la pena y al siguiente día fui a recoger mis boletos.
Un par de boletos fue lo que gané y recuerdo que como no quería que se maltrataran los coloqué en un libro que llevaba conmigo del cual no recuerdo el título. La edición de estos era sencilla, nada que ver con los de Ticketmaster y no dudo que hubiera sido fácil duplicarlos, el color del papel era beige y de un lado traía la portada del disco de los Pixies y del otro el de Peter Murphy. Guillie y Nacho me atendieron y pensaba que ellos eran los dueños de Super Sound, todo quedaría más claro años después al ver el documental Just Like Heaven la historia de Super Sound de Pilar Ortega.
Al salir de allí fui a ver el lugar donde se llevaría a cabo la tocada. El Angela Peralta es un foro de tamaño mediano, ubicado en una de las zonas más tranquilas de la ciudad, en la esquina de Aristóteles y Luis G. Urbina. Ahí tendría la fortuna de ver a Front 242 -vía el portazo-, La Ley antes de que falleciera su guitarrista fundador Andrés Bobe y escuchar desde afuera a The Mission UK, a quienes vería después en el Salón 21 junto a Gene Loves Jezebel y Mike Peters de The Alarm; y a David Byrne, trepado de un árbol, cuando vino a promocionar su grandioso álbum Rei Momo.
Todo marchaba sobre ruedas, mi hermano estaba ilusionado al igual que yo pero poco nos duraría el gusto ya que días después anunciarían vía Rock 101 que dicho concierto no se llevaría a cabo y que al parecer el promotor, un tal Mario Olmos, se la había sacado de la manga, ninguno de los dos artistas estaban enterados de su presentación en México. Como premio de consolación, por aquellas fechas se iba a presentar Information Society en la alberca olímpica Juan De La Barrera, ubicada en Río Churubusco y División del Norte, para lo cual te canjeaban los boletos de la tocada ficticia por esta.
Desilusionados, no hicimos el canje y nos quedamos con el par de boletos. Mi hermano aún los conserva como prueba de que alguna vez iban a presentarse juntos los Pixies y Peter Murphy en el Angela Peralta el 12 de abril de 1991.