Betty Davis
Pionera del funk, la cantante trazó su trayectoria de otra manera y su paso durante 77 años dejó huella en Miles Davis, Prince y Madonna, entre otros.
La cantante de funk y soul Betty Davis falleció este miércoles a los 77 años de edad tras una breve enfermedad en Pittsburgh, donde vivía desde hace 40 años.
“Estimados todos, con gran tristeza compartimos con ustedes la noticia de que Betty Mabry Davis, después de una breve enfermedad, ha hecho la transición a otro espacio. Murió hoy en Pittsburgh, en paz y con quienes la amaban a su lado. Betty siguió siendo la reina Betty hasta el final: independiente, feroz y hermosa. Se fue tal como llegó, en sus propios términos, ardiendo intensamente y forjando su camino hacia el otro mundo de la manera que ella quería. Su legado está a nuestro alrededor. Para aquellos que deseen honrar la vida de Betty, anunciaremos más pronto. Amor / Phil, Damon y Giovanna”, se puede leer en la cuenta de facebook del documental Betty – They Say I’m Different.
Pionera del funk, Betty Mabry Davis estableció otra manera de trabajar dentro de la industria. Nació el 26 de julio de 1945 en Durham, Carolina del Norte, y debutó como Betty Mabry, su nombre de origen, en 1964 con los temas ‘Get Ready For Betty’ y ‘I’m Gonna Get My Baby Back’ para el sello DCP International. Para 1968, en las filas de Columbia graba los temas ‘Live, Love, Learn’ e ‘It’s My Life’.
En ese mismo año contrae matrimonio con Miles Davis y con el apellido del jazzista, de quien se separa un año después, se encargaría de construir su reputación, la cual nunca estuvo cercana al músico; al contrario, el trompetista reconoció la influencia de Betty quien lo llevó al mundo del rock, sí, al de Jimi Hendrix y al de Sly Stone, a quienes la chica cita en su ‘F.UN.K’ del disco Nasty Gal.
Basta poner a girar Silent Way (1969) y Bitches Brew (1970) para sentir el embrujo del rock en Miles. La moda también estuvo presente en el trompetista gracias a Betty, quien antes de la música había incursionado en el modelaje y tras ese año de matrimonio quien estuvo bajo la sombra de alguien fue el jazzista.
Lo de Betty era el funk, y a pesar de que Betty Davis (1973), They Say I’m Different (1974) y Nasty Gal (1975) no explotaron comercialmente, el estruendo de estos tres discos le dieron respeto dentro y fuera del género, trascendiendo como una genuina artista de culto desde los setenta y por siempre.
Betty se retiró de la música en los mismos setenta hasta que en 2017 el documental Betty: They Say I’m Different hizo que las luces de nuevo la iluminaran.