Arctic Monkeys en su regreso a México. Foto: Diego Ruiz
El pasado viernes 6 de octubre, Arctic Monkeys ofrecieron la primera de dos presentaciones en Ciudad de México, lo ocurrido esa noche reitera que los británicos son una de las bandas más importantes de este siglo, convocando a más de 120 mil personas en el Foro Sol durante el par de fechas.
El cuarteto británico Arctic Monkeys aterrizó en tierras mexicanas este 2023 para continuar con la promoción de su último álbum, The Car; durante las dos fechas programadas en Ciudad de México demostraron que aún conservan el toque de rock que tanto los caracteriza.
La grandeza de la banda habló por sí misma en la velada, en esta visita, la agrupación se presentó con un estilo minimalista, ofreciendo un espectáculo más teatral, con ambientación de otra época.
The Backseat Lovers fueron los encargados de recibir a los fans de Arctic Monkeys con un sonido soft, bastante fresco, que puso a bailar al público. Continuaron el show los Fontaines D.C., quienes dieron una dosis de post-punk para calentar motores.
Alex Turner, Matt Helders, Jamie Cook y Nick O’Malley salieron elegantes al escenario con los brazos en lo alto, conmocionando al público mexicano, dando la bienvenida a su concierto con “Sculptures of Anything Goes”. Tras la primera impresión, el setlist dio un giro cuando comenzó a sonar “Brianstorm”, el Foro Sol comenzó a vibrar, generando saltos y locura entre la multitud que, emocionada, comenzó a corear la canción. Al pasar de la tranquilidad a la intensidad, el grupo de Sheffield mostró que harían de la noche algo inolvidable.
Posteriormente comenzaron a sonar los pianos y sintetizadores de una versión fresca de “Snap Out Of It”, y a continuación rugieron las guitarras con “Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair”, donde los fans cantaron los riffs y coros de estas emblemáticas canciones.
“Buenas noches, Ciudad de México” dijo Alex Turner poco antes de interpretar “Teddy Picker”, el público, con la emoción y la adrenalina a tope, presenció uno de los mejores momentos del concierto al escuchar una transición de esta canción a “Crying Lightning”, instante en el que la multitud comenzó a saltar de nuevo y a interactuar con el cantante del grupo, quien caminó por el escenario para saludar a los fans.
Damos un salto a 2019 para escuchar la intro en batería de “Tranquility Base Hotel + Casino”, la banda resalta el estilo de sus últimos dos álbumes brindando un momento de calma pero con estruendos en las guitarras e iluminando el escenario de colores verde y rosa, mostrando en las pantallas a Alex Turner con un filtro al estilo de los setenta.
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En estos años de trayectoria, los Arctic Monkeys han demostrado que pueden llegar a ser muy experimentales y cambiar su estilo de forma radical, esa noche lo pudimos comprobar al escuchar una intro en piano que daba una pista para la siguiente canción, muy alejada de lo que nos tenían preparado. De un silencio repentino comienza a sonar “Why’d You Only Call Me When You’re High?”, canción que convirtió al Foro Sol en una pista de baile.
Poco después el rock se hizo presente de nuevo con “Arabella”, pieza que recuerda a Black Sabbath pues está inspirada en su canción “War Pigs”. Después bajaron la intensidad con “Perfect Sense” y el público encendió las luces de sus celulares para dar como resultado una gran imagen del Foro Sol completamente iluminado para Arctic Monkeys.
Durante esta gira, en pocas ocasiones se hicieron presentes canciones de su álbum debut Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not, pero los fans de antaño tuvieron la suerte de presenciar la inclusión de “The View From the Afternoon” en el setlist, canción en la que más destacó el baterista Matt Helders con una impresionante y veloz línea de batería, sin duda otro de los momentos memorables del concierto.
El bajista Nick O’Malley no se quedó atrás, en un rotundo silencio empieza a sonar “Knee Socks” y junto con Alex Turner y Jamie Cook hicieron una maravillosa intro con un groove espectacular. Los fans de las primeras filas fueron bastante afortunados cuando tocaron “Pretty Visitors” ya que Alex Turner estuvo caminando por todo el escenario saludando y bailando lo más cerca que podía de sus fans.
Como si fuera una máquina del tiempo, el grupo de Sheffield nos guio en un viaje lleno de nostalgia con “Fluorescent Adolescent”, canción que se ha convertido en un clásico con el paso del tiempo y que hace énfasis en recordar aquellas épocas de juventud, donde lo único que importa es disfrutar del momento.
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Tras un momento lleno de sensibilidad y recuerdos, continuaron con “There’d Be A Mirrorball”, canción que se ha convertido en un sello emblemático del grupo en muy poco tiempo y que, con mucha emoción, puso a todos a cantar en la velada.
“But I crumble completely when you cry…” son palabras que sin duda cualquier fan de Arctic Monkeys reconoce sin problemas y que obviamente todos gritaron al escuchar “505”. Las luces se postraron sobre los fans, mostrando en las cámaras lo extasiados que estaban al escuchar este tema que con el paso del tiempo se hizo un himno para la banda.
Es sorprendente cómo es que un solo riff de guitarra puede volver loca a toda una multitud, eso fue lo que se apreció al escuchar “Do I Wanna Know?”, si puedo describir este momento en una sola palabra sería “emblemático”. Y para finalizar tocaron “Body Paint”, canción que se hizo famosa en esta gira por terminar con un fantástico jam completamente improvisado por la banda cada vez que la interpretan, y así fue, al terminar de tocarla el cuarteto británico se despidió del público dando a entender que el concierto había finalizado.
Para sorpresa del grupo de Sheffield, los fans se aferraron a seguir escuchando más de su música y comenzaron a gritar el nombre del grupo. Y sí, la banda regresó para tocar “Hello You”, en esta canción finalmente bajaron la bola de espejos e iluminaron todo el Foro Sol. A este suceso se sumó “I Bet You Look Good on the Dancefloor”, que fue la canción debut para Arctic Monkeys, convirtiéndose en un momento inolvidable para cualquier fan del cuarteto inglés.
Así sonó “505” en esta fiesta encabezada por los de Sheffield. Video: Diego Ruiz
El concierto concluyó con “R U Mine?”, que con las guitarras a todo volumen, una estruendosa batería y un bajo impecable se despidieron del público mexicano, levantando los brazos y agradeciendo por la gran audiencia que presenció su actuación esa noche.
Tras un largo tiempo de no escucharlos, Arctic Monkeys concluyó su primera noche en Ciudad de México con toda la experiencia chilanga, presenciando una alerta sísmica que no pasó de un susto. La velada fue una gran experiencia que dejó a todos sus fans satisfechos y con un buen sabor de boca.
Una vez más, Arctic Monkeys demostró ser uno de los mejores grupos de rock de la época, la banda se despidió de su primera noche en México con un estilo setentero, una paleta de colores exquisita, looks emblemáticos y una bola de espejos que dejó en la memoria de los fans una noche que jamás olvidarán. No cabe duda, han vuelto a dejar marca en México.
