El libro de piedra (1969)
En esta ocasión hablaremos del filme El libro de piedra, filmado en 1969, donde Carlos Enrique Taboada escribió la historia, realizó el guión y también dirigió la película. Antes de abordar la cinta nos detendremos un poco y hablaremos acerca de este director. Carlos Enrique Taboada fue un cineasta como pocos en la industria mexicana de aquellos años, muchos de sus trabajos fueron al género de terror y fue un visionario de esta clase de cine e incluso adelantado a su época; sus películas siempre estuvieron compuestas por elementos que van dando forma a esa ambientación de angustia, miedo e incertidumbre, su terror no es barato ni mucho menos comercial. El trabajo que dejó este director al día de hoy es pilar para el desarrollo de muchas historias originales en la industria, y uno de sus filmes más relevantes en su carrera es precisamente está obra El libro de piedra, que nos habla de una estatua mágica, así que comencemos y quédate en Permanencia voluntaria para saber un poco más de está película.
El libro de piedra es una historia que se desarrolla en el ceno de una familia poco convencional, donde un padre millonario toma la decisión de casarse nuevamente después de quedar viudo y a su vez irse a vivir a un lugar más aislado del tumulto de la ciudad, en su nueva residencia descubren una estatua de un niño agarrando un libro, con la cual su hija, que se llama Silvia (Lucy Buj), se siente identificada y desarrolla una relación fantasiosa e insana. Pasado un tiempo en su nueva residencia, la familia no acepta la relación de Silvia con la efigie, que lleva por nombre Hugo, y tras algunos eventos que aparentemente no tienen explicación renuncia su institutriz, aquí es donde llega la nueva maestra llamada Julia (Marga López), quien poco a poco va descubriendo toda la historia detrás de la estatua y a su vez desmintiendo que Silvia tenga un trastorno psicológico. En este punto, la cinta nos muestra la cimentación de la historia y se parte en dos, por un lado la vida de la familia y por el otro los sucesos con la estatua, dando pie a que en esta primera mitad quedemos con esa necesidad de ya saber el desenlace.
El punto donde este relato nos muestra y lleva de la mano a descubrir que son hechos sobrenaturales los que aquejan a esa familia es con la llegada del padrino de Silvia. Carlos (Aldo Monti), que también es amigo muy cercano a la familia, tiene el oficio de pintor y escenógrafo de teatro; este personaje es el eslabón para ir quitando pieza a pieza el escepticismo e incredulidad de la existencia de Hugo. Carlos y Julia nos irán enseñando que es una muy delgada línea entre tener un trastorno y hacer hechicería, pues la niña va haciendo trabajos de brujería muy complejos, que para alguien de su edad y sin el conocimiento en materia no podría realizar, a su vez van deshilando la historia de la estatua y su procedencia austriaca, con la leyenda que la antecede: el niño que carga el libro de piedra en la estatua es el hijo de un hechicero muy poderoso de su época, el cual otorga a Hugo el trabajo de resguardar su libro durante un milenio, hasta que él pueda nuevamente resucitar y regresar del inframundo.
Creo que hasta aquí está bien haber narrado un poco de la historia, vale mucho la pena ver está película, ir descubriendo detalle a detalle su construcción y a pesar que narré gran parte de ella no los dejará de sorprender, porque, como lo dije al principio, Carlos Enrique Taboada fue un director muy adelantado a su época. La cinta está llena de contenido por todos lados, visualmente, en recopilación de datos, en desarrollo técnico, desarrollo narrativo y conjuga todos estos elementos para crear una experiencia más compleja al espectador, como la atmósfera macabra en la cual vertimos ese miedo que es el que nos gusta sentir a los amantes de este género. Otras películas muy recomendables de este director y que aquí a su servidor le gustaron son: Veneno para las hadas (1986) y Hasta el viento tiene miedo (1968), de las cuales en algún momento más adelante hablaremos, por el momento te invito a que hagas Permanencia voluntaria y te rifes un maratón de este director y su gran trabajo que sé, te acabará gustando tanto como a mí.