Somos (2021)
Somos (2021)
Creada y producida por: James Schamus
El día de hoy hablaremos de una miniserie de Netflix, la cual lleva por título Somos, un serial basado en hechos reales ocurridos en Coahuila, en el municipio de Allende. Es una historia triste y amarga que nos cuenta la realidad de nuestro bello México, ensombrecido por el narcotráfico y el abuso de poder que al día de hoy existe en nuestro país.
Este hecho lo oí de voz en voz, pues por mi trabajo viajo mucho y en una ocasión cuando estaba en Monterrey me contaron la trágica historia, lo primero que dije fue “nunca lo escuché en las noticias” a lo cual me respondieron “hay joven, si supiera todo lo que pasa por estos lados y no cuentan”, y así fue como llegó a mis oídos este testimonio, sin más.
Tiempo después, estando en Ciudad Acuña, Coahuila, veo el estreno de esta miniserie que refiere a este suceso (coincidencias del destino) y me dispuse a verla, haciendo mención que la misma nos advierte en una leyenda que muchos hechos, lugares y personajes son ficción pero basados en la historia verídica. Ahora, ya asentada mi historia con la de la serie, yo pregunto: ¿Quiénes somos en verdad?
Mi pregunta radica en la incapacidad que tenemos como país para llevar una convivencia social en la cual podamos salir a la calle seguros, sin voltear a ver una camioneta 4×4, negra, sin placas y no sentir miedo; que una transnacional de entretenimiento deje de informarnos de los hechos que nos ocultaba nuestro propio gobierno. Yo como mexicano estoy cansado de vivir así, y la serie nos muestra estos hartazgos.
La producción está muy bien cuidada porque va narrándonos distintas historias en diferentes rubros sociales para perfilarlas hacia un final donde todos acaban involucrados, en su momento hablaremos de algunos de sus personajes.
El reportero Ginger Thompson fue el encargado de hacer la nota de este hecho en el año 2011 y a diez años del suceso al fin se cuenta. En su reportaje dejó clara la vinculación del narcotráfico con nuestro gobierno y hasta con agentes de la DEA, esto hizo ruido por el sólo hecho de que fueron más de 300 personas asesinadas (la serie menciona 272) por un cartel que tomó venganza debido a que un soplón quiso salirse del juego.
Increíble que la noticia no hiciera el ruido suficiente para arremeter y hacer justicia contra esos individuos desvirtuados de alma. Ah, pero eso sí, vota por el PRI, el PAN, vota por el guapo, por el que sale en TikTok, por el que te compra con un plan de desarrollo social; aquí queda claro que gobierno, medios de comunicación y narcotráfico comían en la misma mesa y los jodidos, que somos todos nosotros, y lo digo en serio, no importamos nada, porque la serie nos muestra que al final no interesa si tienes dinero o no, para ellos una vida no vale nada y arremeten contra este pueblo de forma fulminante, sin pedirte o preguntarte cuánto ganas o dónde estudias, el hecho es que como decía el maestro Rius: somos unos agachones, y una disculpa, querida audiencia que se toma unos minutos para leer está reseña, pero hoy en PERMANENCIA VOLUNTARIA, esta serie tocó fibras muy sensibles en mi ser, por tanta porquería que nos ocultaban a plena vista.
La historia comienza con un ranchero que no quiere vender sus tierras y lo acosan hasta el punto de matarlo, ahí es cuando el pueblo y todos nuestros personajes se dan cuenta que algo anda mal en el lugar. Con la llegada de un nuevo adinerado al pueblo y con su hijo en el colegio privado de la localidad, nos dan guiños de cómo estableció su imperio el Z42, Omar Treviño, y toda la impunidad con la que actuó.
Somos muestra vidas cotidianas, desde la de un par de bomberos rehabilitados en AA (Alcohólicos Anónimos), que son Chema (Everardo Arzate) y Ronaldo ( Alejandro Ruiz); hasta el hijo de un ranchero que se llama Benjamín (Jero Medina), que tras una separación regresa con su padre, un ranchero que es compadre del primer mencionado en la historia; sin olvidar a doña Chayo (Mercedes Hernández), una mujer que vende dogos (hot dogs) en una esquina; y su querido, pero a la vez odiado yerno, Paquito (Jesús Sida); también nos muestran a Irene (Iliana Donatlán), una operadora de teléfonos de emergencia que es esposa de Chema. Me centraré en estos personajes pues la serie es de narrativa coral, lo que significa que se complementa por muchos personajes e historias distintas para culminar en el final, y pues para mí los personajes antes mencionados son los que más me impactaron, pues en ellos va la carga crítica de la historia.
Los bomberos, siendo tan honorables y valientes, acaban sometidos por el miedo y las represalias que conlleva responder a su trabajo. Benjamín, el hijo del hacendado, acaba involucrado hasta el cuello, llegando a un final trágico donde involuntariamente implica a toda su familia. Doña Chayo y Paquito son para mí los más representativos en la serie pues a través de ellos vemos cómo es la vida de la plebe; la historia de estos dos es plasmada de forma magistral, porque tienen los trasfondos más complejos y van a tope, envueltos en toda la mierda que lleva la trama; no doy más detalles porque sería quitarles el descubrir qué sucede con ellos. Por último, Irene, la operadora de llamadas de emergencia que en un solo día pierde más de lo que cualquiera pudiera soportar, viendo inaudita cómo se saturaban las llamadas y la dependencia donde trabajaba queda vacía por el miedo a responder al genocidio que ocurría.
Creo que al reseñar a estos personajes muestro un poco de lo que les espera al ver la serie; es buena, con algunas deficiencias en sus actuaciones pero que lo compensa con la historia tan bien calzada donde el verdadero protagonista es el pueblo de Allende, que tuvo un día infernal, un día más en las fronteras del norte de nuestro país. Así que sin más, yo a ti, mi querido lector, te invito a reflexionar y a que veamos el México en el que siempre vivimos, y qué es lo que podemos aportar para mejorarlo porque este título no tiene una moraleja explícita, sino implícita, y nos invita precisamente a eso, a pensar dónde estamos y lo que somos.