Recuerdo con mucha nostalgia los primeros días del año 1991, me encontraba viendo la televisión cuando de repente durante los comerciales apareció un anuncio, el cual decía: “Por primera vez en México Bob Dylan y Los Lobos”. Me emocioné de tal manera que corrí a avisarles a mis papas, ya que ellos eran grandes admiradores del cantante, compositor y poeta nacido en Minnesota, Estados Unidos. Me acuerdo que mi papá me dijo que había que comprar los boletos en cuanto se pusieran a la venta, porque además traía de teloneros a Los Lobos. Cabe señalar que mi familia completa y quien escribe esto somos grandes fanáticos del grupo originario del Este de Los Ángeles, California.